lunes, 24 de marzo de 2008

Semana Santa desde la playa

Santa Semana
Trataba incansablemente mantenerme despierta ya que de otra manera caería al suelo y mi madre se daría cuenta de que mientras el padre daba su sermón yo solo podía contar los segundos y minutos en que prometía terminar dicho festejo.
Contar los segundos en las manecillas de mi reloj nunca fue tan excitante, pero el reloj en el fondo se movía tan lento que siempre creí que las agujas giraban en sentido contrario.
El calor de nuestra recientemente recibida primavera me hacia sudar y la verdad hasta detectaba un olor molesto en la iglesia.
Un anciano buscaba todo el tiempo la forma de disimular quedarse dormido, al igual que yo, mientras una madre en el banco a mi izquierda luchaba por hacer que su pequeño hijo se levantara del suelo.Un soplo de aire -que bastante falta hacía- llegaba de vez en cuando desde una de las puertas laterales que daba hacia la calle, trayendo consigo los sonidos de los niños que jugaban a lo lejos en una plaza. Los envidiaba por ser libres en ese momento mientras yo tenía que soportar lo tedioso de la ocasión. Además, la pésima calidad del sistema de sonido junto a las reflexiones que se producían por doquier hacía casi imposible entender lo que el Padre intentaba decir desde su púlpito. Algunas personas tenían cara de que lograban descifrar claramente las palabras que llegaban a sus oídos y hasta parecía que les interesaba lo que escuchaban, pero yo nunca supe cuál era el método secreto para hacerlo. Me hubiese gustado conocerlo... tal vez así me habría aburrido un poco menos.
Esto se repetía en cada misa dominical que no lograba evadir. Sin embargo, muchas veces no era necesario entender el sermón para saber más o menos de qué se trataba. En Semana Santa, por ejemplo, cada sermón seguramente era uno de esos que comenzaba con la frase: "Semana Santa es una época para la reflexión... ", y que luego se extendía sobre este tema. Cada discurso realizado en ó para esta particular semana comienza de esa manera. Lo interesante de esa frase es que no está reservada únicamente para el clero, sino que también la utilizan editoriales de periódicos, miles de artículos de opinión y hasta gobernantes en sus mensajes para llamar a la precaución de los viajeros. Lo curioso de la frase, es que el 10% de los que la predican realmente reflexionan en Semana Santa, y mucho menor es el porcentaje de los que la escuchan y la practican. Lo cierto es que no debería ser Semana Santa la época para reflexionar, sino cada día del año; aunque entiendo que a lo que se refieren es a meditar sobre Jesucristo y todo lo que se conmemora en la Semana Mayor.
20 minutos más adelante me encontraba recorriendo las calles envuelta en una muchedumbre que ponían cara tristeza mientras caminaban junto a la representación de Cristo camino a ser sacrificado.
Lo que me causa gracia es que hasta se deja de trabajar en esta época para que la gente pueda realizar sus prácticas religiosas libremente, pero las únicas prácticas que en verdad realizan son las recreativas, viajes y demás que ustedes ya conocen.
Este año las vacaciones de Semana Santa en México han dejado hasta ahora un saldo de 212 muertes en 965 accidentes de tráfico ocurridos en las carreteras del país, informó la Secretaría de Seguridad Pública (SSP).
Si para los dueños de funerarias es una buena noticia el saldo rojo de las vacaciones también lo es para el turismo ya que este año la derrama económica resultante de estas fechas es de 15 mil millones de pesos según la Confederación Nacional Turística.
Se calcula que alrededor de un millón 320 mil personas llegarán a los hoteles; un millón 547 mil se hospedarán en casas de familiares y amigos, en tanto que un millón 684 personas organizarán excursiones de un solo día.
En cuanto al número de personas que acudirán a los hoteles, calculó que generarán cuatro millones 620 mil turistas noche, en virtud de que durante el periodo de asueto, la estadía se incrementa en forma considerable hasta casi 3.5 noches por visitante
El restante 86 por ciento de los turistas, es decir, tres millones 914 mil personas se trasladarán por vía terrestre, de los cuales dos millones 549 mil lo harán en automóvil particular y un millón 365 personas en autobús.
De ese monto, 83% lo generará el turismo nacional, 13% el internacional y el restante 4%, los mexicanos que viajarán al extranjero.
Entre los destinos más preferidos por los paseantes están Acapulco, Cancún, Puerto Vallarta, Veracruz, Mazatlán, California (Estados Unidos) y Oaxaca, y en menor medida Texas, Arizona y Nuevo México, así como algunas ciudades coloniales como Morelia, Guanajuato, Taxco, San Luis Potosí y Zacatecas.

Son graciosos los mensajes de los gobernantes para que los que van a viajar lo hagan con la prudencia debida las recomendaciones típicas de no correr, no beber mientras conduces, etc. ¿Por qué mejor no se ahorran la nada original oración inicial y van directo al grano? Dudo mucho que los viajeron vayan a sus respectivos destinos con la intención de reflexionar sobre la Semana Santa. ¿Acaso es coherente que un turista en medio de la playa, con una piña colada en la mano y una mujer en bikini en frente diga: "¡Vamos a meditar sobre la pasión y muerte de Nuestro Señor Jesucristo!"? De los que de verdad van a reflexionar en esta semana, muy pocos van a viajar; y aquellos que viajarán y desean meditar sobre motivos religiosos, pues dudo mucho que busquen palabras de aliento en trípticos gubernamentales.Son cosas como estas las que me recuerdan lo ilógico que puede llegar a ser a veces la lógica de muchas personas.
En cuanto a las tediosas misas dominicales, poco a poco fui dejando de ir cada semana, a pesar de la insistencia de mis padres. No tengo nada en contra de las personas que se apasionan por la "celebración de la Eucaristía", pero esto no es algo para todo el mundo. Yo creo en Dios, mas pienso que cada quien debería demostrar su fé a su propia manera. ¡Ojala algún día la humanidad pueda llegar a esta conclusión y deje de matarse por causas religiosas! Por ahora, veo lejano ese día.Película recomendada: "The Passion of the Christ". Muy cruda, pero con una muy buena dirección poco común en este tipo de películas. Aclaro que no soy fanático de las películas religiosas.

1 comentario:

Raúl Luna dijo...

Martha,

Veo que pasas de una situación a otra. Está bien la idea, ahora hay que darle ritmo al texto.

Saludos
RL